Es liberador sentirse libre de vivir tu vida como trabajadora sexual voluntaria. Y hay muchas maneras diferentes de entrar en el mundo del trabajo sexual. Cuando me di cuenta de que era lo que quería hacer con mi vida, me sentí tanto empoderada como omnipotente: era mi cuerpo, mi trabajo y mi libertad de ser quien realmente era.
Para mí, la satisfacción más grande proviene de tener el control de mi trabajo. anuncios eróticos o manipular el proceso. Ser una trabajadora sexual me mantiene en el control, y me permite ejercer mi libertad para vivir mi vida como quiera. No tengo que ajustarme a los estándares obligatorios de mi sociedad, o de los medios de comunicación. La libertad de tener un trabajo que me permita vivir mi vida como me hace sentir mejor, es incomparable.
Además, existen muchas ventajas físicas que vienen con trabajar como trabajadora sexual. Por ejemplo, me permite estar en contacto con mi cuerpo de una manera única y significativa. No hay ninguna otra experiencia en la que se comprometa tanto en un nivel físico. Esto me permite expresar mi sexualidad de una manera única y emocionante. Es una ventaja enorme.
Además de la libertad, también hay otra cosa que me atrae al trabajo sexual: la seguridad. Cuando trabajo como trabajadora sexual voluntaria, me siento segura de que no estoy cometiendo delitos. Esto me da seguridad y libertad al mismo tiempo. Esto también me permite disfrutar mi trabajo sin tener que preocuparse por los problemas de seguridad asociados con el trabajo sexual.
Otra cosa que me atrae al trabajo sexual es que puedo construir relaciones duraderas con mis clientes. Me encanta conocer gente diversa, que viene de todos los lugares y culturas. Esto me permite aprender mucho sobre culturas y religiones diferentes. Además, puedo crear un vínculo único e inolvidable con los clientes. Esto me permite hacerme amiga de algunos de ellos y, a veces, incluso me da la oportunidad de visitarles en sus países de origen.
En última instancia, el sentimiento que obtengo al ser una trabajadora sexual voluntaria es único. Me da la felicidad que viene de vivir con la libertad de ser quien quiero ser. Esto me da el sentimiento de seguridad de saber que mi cuerpo es miyo, y la libertad de compartir mi sexualidad con otros de la manera que deseo. Esta sensación no se puede medir con nada que haya experimentado antes.
Entonces, para mí, ser una trabajadora sexual voluntaria es todo lo contrario a lo espeluznante. Esto significa sentir el coraje de vivir flexiblemente mi vida como yo quiero, con la libertad de ser una trabajadora sexual profesional. Esta es una elección que me da un sentimiento de satisfacción, control y libertad. Es un sentimiento increíble que no quiero que nadie más me quite.